En muchas ocasiones asociamos los picos con vistas aéreas y privilegiadas con ascensiones de gran dificultad en las que tenemos que invertir mucho tiempo. Mondoto es uno de esos picos que rompe la norma. Fácil, rápido de ascender ( 1.30 min) y a la vez enormemente gratificante por sus impresionantes vistas sobre el Cañón de Añisclo y el macizo del Monte Perdido.
El camino empieza junto al pueblo de Nerín (1280m), situado a 20 km de nuestra casa tomando la pequeña carretera que nos conduce al Valle de Vió y al Cañón de Añisclo. Una vez llegamos a Nerín, nos resultará fácil encontrar el inicio del camino. Debemos seguir durante 1 km una pista forestal bien pavimentada que asciende por encima del pueblo hasta llegar a una barrera junto a la que se encuentra una antena de telefonía móvil. En este punto, hasta el cual está permitido subir en nuestro vehículo desde Nerín, comienza el camino a Mondoto.
En el primer tramo el camino asciende suavemente entre arbustos de boj y erizones hasta llegar al cauce de un pequeño barranco que normalmente se encuentra seco. Tras subir unos metros junto al cauce del barranco, giramos a la derecha hasta alcanzar un collado que nos regala unas bonitas vistas del macizo del Monte Perdido, y donde ya empezamos a visualizar la enorme quebradura que forma el Cañón de Añisclo. Ya sólo nos queda acometer el último tramo del camino que transcurre por praderas herbosas hasta llegar al punto más alto, la cumbre de Mondoto (1960m).
Privilegiadas vistas sobre el Cañón de Añisclo y el Monte Perdido
Toda la cresta de Mondoto es un lugar espectacular. Al norte tenemos los picos que forman el impresionante macizo del Monte Perdido, a nuestra espalada gran parte del Valle de Vió, los picos de Ordesa y las montañas del Valle de Broto. Bajo nuestros pies, a vista de pájaro contemplamos la inmensa grieta del Cañón de Añisclo. Sin duda uno de los mejores miradores del Cañón y por consiguiente del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Desde Mondoto visualizamos el gran cañón desde su nacimiento en la collada de Añisclo hasta sus últimos pasos hacia el río Cinca.
En contraste con el frondoso cañón que tenemos bajo nuestros pies, el sendero de Mondoto discurre por un paisaje sin apenas sombras y donde es muy difícil encontrar agua. Por ello debemos extremar las precauciones en época estival, llevando agua y evitando subir en las horas centrales del día.