La nieve es el elemento reinante en lo alto del Valle de Broto en época invernal. El manto blanco transforma los paisajes y nos ofrece la posibilidad de disfrutar de experiencias únicas. Para adentrarnos en este paisaje especial es necesario el uso de esquís o raquetas, para poder avanzar y no hundirnos en la nieve.
Las raquetas de nieve no requieren conocimientos técnicos especiales, por lo que prácticamente están al alcance de todos. Ideales para recorrer los senderos clásicos de los valles de Bujaruelo y Ordesa. También podemos ascender a picos con pendientes suaves como Pelopín, Mondicieto o Mondoto, desde donde se consiguen magníficas vistas del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
Para practicar esquí de travesía se requiere experiencia, técnica y conocimientos de alta montaña, sobre todo si buscamos alcanzar las altas cumbres de la zona. A cambio nos permite acometer ascensiones importantes y descender rápidamente por espectaculares laderas de nieve virgen, lejos de las aglomeraciones de las pistas de esquí alpino.